Publicado en 07:00h
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Desde el momento en el que se aprobó la ley antitabaco en nuestro país, los espacios libres de humo se multiplicaron. Las personas no fumadoras mejoraron su calidad de vida, olvidando lo que supone el desagradable olor del tabaco adherido a su ropa o a su pelo. El problema de la desagradable fragancia del tabaco se trasladó a los hogares, los fumadores sólo pueden disfrutar de esta hábito en casa o en los espacios abiertos al aire libre, por lo que el olor de la vivienda de un fumador es característico y, fácilmente, detectable. Los olores del tabaco pueden alcanzar incluso las zonas comunes del edificio, algunos fumadores pueden encender sus cigarros antes de entrar en casa o de salir a la calle. Desde nuestro servicio de
limpieza de comunidades en Bilbao sabemos que los malos olores del tabaco son un problema a erradicar.