
09 Dic Cómo limpiar el hogar de un alérgico al polvo
Así las cosas, es fundamental higienizar correctamente el dormitorio de la persona alérgica. No debe haber ni rastro de polvo tras las operaciones de limpieza. Para mantener esta estancia en perfecto estado de revista, debe pasarse la aspiradora una vez a la semana, como mínimo, por toda la casa. Como los ácaros también se sienten atraídos por la humedad, también es básico ventilar cada día el dormitorio.
Como expertos en limpiezas generales, recomendamos que, a la hora de hacer la cama, se sacuda la sábana bajera. De este modo, el posible sudor producido durante la noche se seca y, además, se limpia la tela de pieles muertas (el alimento de los ácaros). Para lograr salir victoriosos de la batalla frente a estos arácnidos, es necesario cambiar las sábanas con una periodicidad semanal y lavarlas a una temperatura igual o superior a 60 grados centígrados.
Las fundas para colchones y almohadas son grandes aliadas de los alérgicos al polvo porque impiden que entren en contacto directo con los ácaros. Respecto a la higienización de los muebles, en Limpiezas Abando aconsejamos que se realice con trapos húmedos para atrapar el polvo y evitar que se distribuya por la estancia.