
01 Ago Desinfección de hospitales como herramienta de prevención de riesgos
Los hospitales y las clínicas deben compartir la proliferación de bacterias y otros microorganismos para reducir los riesgos de contagio. De hecho, la limpieza de hospitales debe ejecutarse con productos específicos que garanticen unas condiciones mínimas de desinfección. En estas instalaciones no se utiliza la limpieza en seco, esta se sustituye por procesos con agua y productos concretos para eliminar la presencia de patógenos.
La mayoría de los protocolos de limpieza deberán llevarse a cabo de forma diaria y, algunos de ellos, varias veces al día. Hablamos de un aspecto de gran relevancia, ya que la higiene en hospitales constituye la mejor arma en materia de prevención de riesgos laborales. Sólo de este modo podremos evitar el traslado de los gérmenes de unos lugares a otros de las instalaciones poniendo en riesgo a otros usuarios, pacientes y empleados.
Las diferentes estancias de un hospital o un centro sanitario suponen un riesgo para el contagio de enfermedades. La higiene deberá ser extrema y, aun así, se pueden localizar millones de agentes patógenos en las llaves de la luz o las manillas de las puertas. Estas son zonas que muchas personas tocan con sus manos y son vulnerables, por ello deben higienizarse con frecuencia y es recomendable colocar dispensadores de líquido desinfectante a lo largo de las instalaciones.
Sin duda, la desinfección exhaustiva de estas instalaciones no resulta una tarea sencilla, la mejor opción será contratar un servicio profesional que se encargue de seguir a rajatabla el procedimiento de limpieza que planteará un objetivo clave: reducir al máximo los microorganismos contaminantes.
En Limpiezas Abando, estamos especializados en este tipo de trabajos, que deberán clasificarse en función del riesgo de contagio que haya en cada zona: alto riesgo (quirófanos, paritorios, etc), riesgo medio (urgencias, consultas externas, etc.) o bajo riesgo (despachos, almacenes, etc.). En el primer caso, se procederá a la limpieza después de cada uso. En el segundo las tareas también se repetirán con frecuencia, mientras que en el último es posible espaciar más el tiempo entre limpieza y limpieza.
Es importante concienciarse sobre la necesidad de la higienización en hospitales, ya que se trata de la mejor arma de prevención contra las epidemias. La reducción de bacterias y agentes patógenos es la mejor garantía para disminuir el número de contagios o infecciones.